La reciente aprobación de la Directiva sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad va a suponer la adopción por parte de las grandes empresas de un sistema de diligencia debida. La base para su configuración es analizar los riesgos de que las actividades empresariales impacten negativamente en el medio ambiente y en los derechos humanos. El sector financiero lleva años teniendo en cuenta estas cuestiones.